viernes, febrero 22, 2008

Elecciones Generales en España

Después de 4 años de gobierno socialista, los ciudadanos españoles se preparan para concurrir a las urnas el domingo 09 de marzo del año en curso. Pero, ¿qué importancia podría tener dicha jornada para el contexto político del Perú? Mucha, porque el país vive inmerso en un proceso de globalización mundial. De esta forma, contrariamente a lo que algunos pueden pensar, la situación política española interesa no solamente al Perú, sino también al resto de países latinoamericanos.

España tiene 2/3 de sus inversiones directas en Latinoamérica. En el Perú tiene inversiones en los sectores telecomunicaciones, banca y seguros, hidrocarburos, y otros servicios menores, a través de 8 grupos empresariales: Telefónica, Santander Central Hispano, BBVA Continental, Endesa, Repsol YPF, MAPFRE, BIF-Grupo Fierro y Redesur. De esta forma, el stock de la inversión ibérica suma US$ 4,500 millones, convirtiéndose en uno de los más importantes inversores extranjeros junto con Chile y Estados Unidos.

Sería mezquino, sin embargo, reducir el asunto sólo al ámbito económico. El tema de la inmigración y la cooperación internacional también están involucrados en la medida en que la comunidad peruana es la segunda latinoamericana en la península, superada únicamente por Ecuador. Por su lado, en el 2007 la cooperación fue de US$ 300 millones, proyectándose para este 2008 alrededor de 117 millones de euros. Por lo tanto, las elecciones generales constituyen de interés gravitante para Iberoamérica.

Según los últimos sondeos el PSOE obtendría el 42% de votos frente al 37% del PP, diferencia que podría incrementarse después de un mejor posicionamiento socialista en el debate sostenido ayer por quienes serían los ministros de hacienda, o que podría reducirse dependiendo de la campaña electoral en curso y de los 2 debates pactados por los líderes políticos de ambos partidos. Ahora bien, si esta diferencia se mantiene ¿Zapatero ejercería nuevamente el Gobierno? No necesariamente, salvo que el PSOE obtenga mayoría absoluta.

En efecto, los gobiernos de España son gobiernos de pactos, es decir, la derecha o la izquierda requieren de alianzas post electorales para gobernar, siendo clave el apoyo de los partidos nacionalistas para obtener el control del Parlamento। Contrariamente a lo que sostienen algunos politólogos, España no tiene un sistema bipartidista, pues además del PSOE y el PP tienen representación parlamentaria Izquierda Unida (IU), Ezquerra Republicana de Cataluña (ERC), el Partido Nacionalista Vasco (PNV), Convergencia y Unión de Cataluña (CIU), y otros partidos menores que superaron la valla electoral.

Si es casi imposible que IU pacte con la derecha, lo mismo no puede sostenerse respecto a los 2 partidos nacionalistas más importantes (CIU y PNV), quienes por la importancia de su electorado usualmente inclinan la balanza en favor de la derecha o izquierda. Todo depende de la mejor oferta que lancen los dos partidos hegemónicos en beneficio de sus comunidades autónomas. Así, el CIU pactó con Felipe Gonzáles en su tercer periodo (1990 – 1994), pero también pactó con Aznar en su primer gobierno (1994 – 1998).

Por otro lado, no existe en España un sistema de representación dual (Ejecutivo y Legislativo). Únicamente tienen elecciones parlamentarias cada 4 años, de cuya correlación de fuerzas nace el Ejecutivo. Si se rompen los pactos gubernamentales, o si el presidente es censurado, asume el poder el Gobierno propuesto por los grupos parlamentarios que respaldan la censura. Asimismo, el presidente de gobierno puede poner fin a su mandato, solicitando al rey la disolución del Parlamento, convocándose luego a nuevas elecciones.

Esa es la dinámica con que opera el régimen político español y los sistemas de gobierno europeos, lógicamente cada uno con matices propios. La campaña electoral ha empezado hoy y los grandes problemas que aquejan los ciudadanos españoles son el desempleo, la seguridad nacional, la inmigración y la vivienda. Codo a codo durante estas 2 semanas que restan los partidos se disputarán los 35 millones de electores censados, si bien no todos acuden a las urnas dado que el voto es voluntario.

Ese es el panorama político electoral en la península ibérica, octava economía del mundo, con un desarrollo industrial y tecnológico de punta. Aunque es un país moderno, progresista y liberal, existe el viejo rezago de la monarquía, amado por unos, odiado por otros. Desde esta perspectiva, subyacen algunos patrones culturales irracionales como la privación de libertad para quienes osen quemar una fotografía de la realeza. ¿Qué es por tanto más democrático? ¿Un ciudadano cubano que no puede ejercer su libertad de opinión, o un español republicano que ve restringido su libertad a manifestarse?

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